Fin de una exitosa gira por Centroeuropa con largos aplausos en Bregenz
Robert Treviño: “Estoy muy orgulloso de la Orquesta y de esta gira, nos hemos presentado con unos estándares muy altos de calidad y ello confirma que nos encontramos en un momento artístico muy importante”.
Tras su paso por la Herkulessaal de Múnich, la Orquesta Sinfónica de Euskadi volvió a Austria y se instaló a orillas del Lago Constanza, en Bregenz. La Orquesta ofreció el sábado el tercer y último concierto de la gira en el Festspielhaus, un centro de gran actividad cultural con una sala para 1.600 personas que se quedó pequeña para escuchar a la orquesta vasca. Este centro es especialmente conocido por el Festival de verano de música clásica que se celebra sobre el mayor escenario lacustre de Europa, y que cuenta con una espectacular grada para casi 7.000 personas.
Teniendo en cuenta que Bregenz era otro terreno a conquistar, la Orquesta se guardó una carta de lujo incorporando al programa al prestigioso violinista Vadim Gluzman en la interpretación del Concierto para violín nº2 de Prokofiev. La Orquesta se estrenaba así en la ciudad con un gran programa de concierto (Sorozábal, Prokofiev y Mahler) y con dos solistas de peso: Mojca Erdmann, que nos ha acompañado en todos los conciertos, y el recién mencionado Vadim Gluzman. Todo ello dirigido por el titular de la Orquesta, Robert Treviño.
Nuevamente abrimos el programa con un compositor vasco, Pablo Sorozábal, cuya selección de tres canciones de los Siete Lieder cantados por la soprano Erdmann constituyen una sorpresa para el público, y una manera muy coherente de presentarse en los escenarios de esta gira. No en vano, Sorozábal escribió esta obra en los años 20 en Leipzig y fue un gran amante de la cultura germana y centroeuropea. Como ya hemos contado estos días, la presencia de Sorozábal en el programa enfatiza la vocación de la Orquesta Sinfónica de Euskadi de ser y ejercer de embajadora de la cultura vasca. Y así lo hizo una vez más, dando a conocer los poemas traducidos a euskera que el poeta alemán Heinrich Heine había escrito anteriormente y a los que Sorozábal quiso poner música impregnada de ritmos y melodías vascas.
Cogió el testigo Vadim Gluzman para entregarse a Prokofiev. El violinista israelí es conocido en todo el mundo por sus actuaciones, que realiza siempre con directores de gran relevancia y acompañado de muchas orquestas de primera fila. Por eso es importante destacar que nada más comenzar el ensayo de la mañana del sábado con nuestra Orquesta le dijera al Maestro Treviño que tenía “una orquesta muy buena”, y llegó más lejos diciendo que “era la mejor de España y de las mejores de Europa”. Gluzman atacó la difícil partitura de Prokofiev con maestría, elegancia y virtud, como sabe hacer él con este concierto que se estrenó en Madrid en 1935. Recientemente, en una entrevista Gluzman dijo que para él “lo más importante de ser músico es ser capaz de transmitir nuestras emociones, pensamientos y experiencias a través del sonido”. Y a juzgar por la respuesta del público, Gluzman llegó muy lejos y caló hondo en la sala, pero se resistió y no consiguió sacarle un bis.
Ya en la segunda parte, y al igual que en el resto de la gira, la Orquesta se centró en la Cuarta sinfonía de Mahler. Treviño echó el resto y volvió a sacar de la Orquesta una gran interpretación que fue muy aplaudida por el público. Después llegaron los bises ya conocidos en esta gira de R. Strauss con Mojca Erdmann y el ‘Intermedio’ de La Boda de Luis Alonso del sevillano G. Giménez. Habían pasado dos horas y media de concierto.
Fin de una importante gira por Centroeuropa
Han sido tres conciertos, dos en Austria (Linz y Bregenz) y uno en la emblemática sala Herkulessaal de Múnich, todos ellos escenarios de gran tradición musical. La Orquesta ha combinado en todo momento música vasca (Aita Donostia y Sorozábal) y universal (Elgar, Prokofiev y Mahler), obras de gran dificultad y muy comprometidas. Por eso después de esta gira, en la que se ha estado tiempo trabajando, tanto el director general, Oriol Roch, como el director titular, Robert Treviño, se dirigieron a toda la Orquesta en el ensayo de la mañana. “Enhorabuena a toda la Orquesta por el trabajo que habéis realizado, estamos muy orgullosos del nivel de la Orquesta. Nos hemos movido en unos estándares muy altos de calidad y ello confirma que nos encontramos en un momento artístico muy importante”. Oriol Roch anunció que ya se está trabajando en la realización de nuevas giras.